En Barcoland sabemos que garantizar el pago puntual del alquiler es una de las principales preocupaciones tanto para propietarios como para inquilinos. Por este motivo, el Gobierno ha puesto en marcha una serie de garantías estatales para cubrir eventuales incumplimientos de pago. Sin embargo, ¿es imprescindible acogerse a estas garantías o hay alternativas disponibles?
El aval por impago de alquiler proporcionado por el Gobierno está destinado a situaciones particulares, como viviendas con alquileres que no superen ciertos límites y arrendatarios que sean menores de 35 años o se encuentren en condiciones de vulnerabilidad. Además, para acceder a este aval, el contrato debe incluir la fianza legal y un compromiso formal de aval. Su finalidad es cubrir las mensualidades impagadas, posibles daños y deudas de suministros hasta que el propietario recupere la vivienda.
Sin embargo, fuera de este mecanismo estatal, existen otros avales comunes. El aval personal implica que un tercero, conocido o familiar, se responsabiliza del pago si el inquilino falla. Este avalista asume una gran responsabilidad legal y económica, por lo que debe conocer bien el compromiso antes de firmar.
Otra opción es el aval bancario, donde una entidad financiera garantiza el pago. Aunque seguro para el propietario, este aval suele exigir trámites engorrosos, depósitos bloqueados y comisiones, lo que lo hace menos popular actualmente.
De hecho, muchos propietarios y arrendatarios están optando por pólizas de seguro de impago, que ofrecen mayor flexibilidad y rapidez.
El aval por impago de alquiler del Gobierno puede ser útil en ciertos casos, pero no es la única vía para proteger tu inversión. En Barcoland te asesoramos sobre la mejor opción para tu situación, para que alquilar sea siempre seguro y sin sorpresas. ¿Quieres saber cuál es la solución ideal para ti? ¡Hablemos!
